Nuestras creencias y nuestro modelo mental cambian la percepción que tenemos de las personas y de las situaciones. Son nuestras gafas (anteojos en Argentina) para ver el mundo y padecerlo o disfrutar de la maravilla de estar aquí.
La buena noticia es que SE PUEDEN CAMBIAR esas convicciones o creencias arraigadas en nuestra mente y que conforman nuestro mapa con el objetivo de tener una mejor calidad de vida.
Es una habilidad que también se aprende.
Es una habilidad que también se aprende.